Al hablar de esta película debo
reconocer que no soy nada imparcial. Siento auténtica debilidad tanto por el
personaje como por el actor que lo interpreta, ¡y lo curioso es que antes no
era así, ni mucho menos!. Os voy a poner en antecedentes.
Robert
Downey Jr siempre ha sido un actor irreverente, alocado y con una serie de
problemas con la ley que no le permitían avanzar en su carrera. Era conocido
hace mucho tiempo pero la primera vez que me fijé en él fue cuando apareció en
la conocidísima serie Ally McBeal. No me caía bien, nada bien. Por aquel
entonces, cuando no estaba en rehabilitación estaba detenido, y cuando no
estaba detenido estaba en rehabilitación. Dejé de ver la serie por su aparición.
Tampoco era gran fan de los Superhéroes, me limitaba a ver a los más famosos y
clásicos, Superman y Batman eran de los pocos de los que sabía algo. Los X-Men
eran mis favoritos ya que la serie de dibujos animados animó mi infancia. Pero
de Iron Man no sabía nada de nada, por lo que, cuando Robert Downey Jr aceptó
ser Iron Man la oportunidad se me presentó clara. No iba a ir al cine a ver a
un súper héroe del que no sabía nada interpretado por un actor al que tenía
manía. ¡¡No vi Iron Man I!. Sin embargo, cuando llegó la secuela, alguien muy
cercano a mí me pidió el favor de acompañarla al cine, ya que no tenía a nadie
con quien ver esa película. Hice un esfuerzo y……. ¡¡Me encantó!!. Por lo que, me puse las pilas y vi la primera
parte. La rehabilitación del actor me hizo darle una oportunidad y, gracias a
la saga de Iron Man y Sherlock Holmes reconozco que me conquistó. Pero también
el personaje, alguien irónico, que se quiere demasiado a sí mismo y que es
capaz de sacar de sus casillas a cualquiera, pero encantador en el fondo. Te
partes de risa con él.
Por lo
tanto, resumiendo, la primera parte me pareció algo lenta, pero con lógica.
Debían presentarnos al personaje, a su entorno y a todo lo que le sucedió para
convertirse en Iron Man. La segunda parte me pareció alocada y divertidísima,
ya conocíamos al protagonista y a su entorno y ahora, ya solo teníamos que
disfrutarlo. La aparición de Iron Man en Los Vengadores le dotó a la cinta de
las bromas y la ironía justas para hacerla vibrante y muy divertida por lo que,
esperaba con ilusión que llegara la tercera parte en solitario de un súper
héroe que se esté convirtiendo en uno de mis favoritos.
Y por fin
llegó la tan esperada cinta que ha batido todos los records de taquilla tanto
en nuestro país como en EEUU. Para las personas a las que les guste el cine de
acción, fantasía y súper poderes, la tercera parte de la saga cumplirá todas
sus expectativas. Es divertida, vibrante y, aunque al principio se te hace un
pelín lenta, enseguida coge ritmo y no te deja levantarte del asiento. Robert
Downey Jr está espectacular dentro del traje de hierro y me apena profundamente
que no vaya a volverlo a interpretar en solitario. La última vez que le vamos a
ver en el traje será en la segunda parte de Los Vengadores, esperemos que cambie
de idea.
En
resumen, si os gusta ese tipo de cine, no os la perdáis, ¡¡Es genial!!. Para lo
que no disfrutéis con ese tipo de cine, mejor no vayáis por que os vais a
encontrar con dos horas y media de pura acción y muchos súper poderes y
villanos de lo más extraños.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Y tú, ¿Que opinas?