Si el mes pasado decía
que quería “huir” un poco de los géneros propios de mi blog para no saturarme
tanto la cabeza, en esta entrada voy a contradecirme totalmente, la primera de
muchas contradicciones que posiblemente haga con un descaro cercano al del Mark
Zuckerberg de la oscarizada Red Social.
Y es que hoy nos adentraremos en unos terrenos un
tanto pantanosos que se sitúan en el contexto general del Western, género
típicamente norteamericano con permiso de películas como Blackthorne o
del Spaghetti Western. Si bien, es cierto que hablaremos del western,
no es menos cierto que no lo haremos al uso clásico del género, sino en una
variante que ha surgido hace bastante poco. Sin darle más vueltas, quería
dedicar este mes a la exitosa serie The Walking Dead, con motivo del
cercano estreno de su 2º temporada (posiblemente cuando éstas palabras salgan a
la luz ya se haya estrenado en España).
Y es que podremos disfrutar viendo como el mundo
se dirige inexorablemente hacia el Apocalipsis de la mano de un peligroso virus
que hace levantarse a los muertos de sus tumbas con mala leche y muy
hambrientos.
Posiblemente el espectador no iniciado en la
serie pensará al ver el tráiler “ya está, otra de zombies”, y no le falta razón
pues parece que el género de los muertos vivientes ha estallado en la última
década de una forma bastante asombrosa. Películas como El amanecer de los
muertos, giros de tuerca que intentan explicar el asunto de un modo
científico como 28 días después o 28 semanas después, e
incluso con un toque más cómico como la divertidísima Zombies Party, se
han encargado de darle caña a los “caminantes”. También podemos enorgullecernos
de nuestro cine patrio de la mano de Jaume Balagueró y el señor Plaza con la
saga REC (que por cierto tiene en el horno una tercera parte y una
precuela).
Aunque en lo que a historias con zombies se
refiere no podemos olvidarnos del más grande, el jefe, el inigualable George A.
Romero, y su genial La noche de los muertos vivientes. Con un blanco y
negro estupendo para la historia, un puntito gore y unos planos absolutamente
terroríficos como aquella niña que roe paulatinamente los huesos de su
madre.
La serie viene a ser la adaptación de un cómic
que cuenta con 14 volúmenes y 84 capítulos escrito por Robert Kirkman e ideado
sobre la base de los postulados que asentó Romero con su película, sus zombies
se basan en los mismos diseños que se utilizaron para su película. Quien esto
escribe no los ha leído, pero entendidos en la materia me dicen que los cómics
son bastante mejores que la serie. De hecho, las motivaciones de Kirkman no
pasan por explicar cómo se ha llegado o producido el Apocalipsis zombie,
mientras que en la serie vemos recurrentes flashbacks que nos van desvelando un
poquito más de la catástrofe.
Los actores, en general, no son muy conocidos, lo
cual ayuda bastante para no encasillar ningún personaje, evitando prejuicios
innecesarios. Y el punto fuerte de la historia se sitúa básicamente en la
convivencia que se hace imperativa entre unos pocos supervivientes, con los
roces y conflictos que ello supone. Realmente vienen a trasladarse los problemas
que pueden surgir entre un núcleo pequeño de gente encerrados en un espacio
cerrado a una situación post-apocalíptica con zombies. La diferencia es que el
espacio cerrado ahora será la Tierra, y la claustrofobia viene determinada por
el hecho de ser, aparentemente, los únicos supervivientes rodeados por hordas de
zombies.
Decía que estamos ante un nuevo género de western
porque utiliza muchas de sus claves: quizás la más llamativa sea el
enfrentamiento entre la ley civil y la ley natural, pues se llega a un contexto
en el que ninguna de las reglas sociales ni acuerdos alcanzados en sociedad
valen ya. Sólo vale sobrevivir en un contexto absolutamente hostil. La estética
recuerda también con esos paisajes naturales, grandes angulares y el
protagonista que quiere encontrar a su familia con un revólver colt como
herramienta de trabajo.
Aunque es una serie que llega en el momento justo
para aprovechar una historia de zombies, en un pequeño parón de ese aluvión que
hemos sufrido en el género, veremos cómo se desarrollan las temporadas. Ese
tramposo formato de 6 capítulos por temporada, habrá que estar atentos al
desarrollo de la historia y las dosis de tensión que nos darán. De momento sólo
cabe felicitar a AMC y esperar a que se desarrollen los acontecimientos.
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