
En todas estas películas, y a través de unos cameos al final de los créditos, principalmente llevados por Samuel L. Jackson como Nick Fury, han ido dando forma a la historia que por fin nos ha traído a "Los Vengadores" a la gran pantalla. Un proyecto que bien podría haber sido una mezcolanza de superactores encarnando a otros tantos superheroes, peleándose por ser la estrella de la pantalla, pero que sin embargo Joss Whedon, un director que en su momento fue muy criticado ya que nunca había tenido grandes proyectos para el cine, siendo su especialidad las series para televisión, ha sabido manejar maravillosamente a este reparto estelar, y ha conseguido que te pases totalmente pendiente de la pantalla las 2 horas y 20 minutos que dura esta película sabiendo dónde introducir los altibajos en la tensión de la película para que ni te canses de la acción, ni te aburras de la historia. Una historia que entrelaza muy bien el espíritu de los vengadores, un conjunto de superheroes, con ideologías y planteamientos muy diferentes, pero que se ven forzados a unirse por el bien común cuando, delante de sus narices, se desata una amenaza superior, maquinada nuevamente por Loki, Tom Hiddleston, hermanastro del mismo Thor, y su ejercito de Chitauri.
Honestamente es una película muy bien llevada, muy entretenida, a pesar de su duración, y si elegís verla en 3D, el efecto es muy suave, por lo que no marea en ningún caso, pero colocado cuando más importa a la escena, dándole la importante profundidad y favoreciendo la ambientación.
Mirar una foto de todos los protagonistas con su personaje superhéroe, ¡¡¡menudo grupo!!!.