miércoles, 28 de diciembre de 2011

Asesinos de elite de Gary McKendry

Lo cierto es que con solo ver el cartel de esta película ya me entraron ganas de verla y no me ha decepcionado. Dos grandísimos actores frente a un tercero, que como actor no es demasiado bueno, pero en películas de acción creo que es de lo mejor que hay en el panorama. Hablo de Robert de Niro y Clive Owen, que siempre destacan en sus interpretaciones y también en sus elecciones. No suelen equivocarse. El tercero en discordia se llama Jason Statham, el rey del momento cuando hablamos de películas de acción.
No debéis esperar un peliculón como los que nos tienen acostumbrados Robert de Niro o Clive Owen, pero tampoco es malísima. Basada en un hecho real, es una sucesión de momentos de acción de la buena, junto con traiciones, asesinatos y mucha violencia.
Respecto a los protagonista, podría decir que Jason Statham está igual que siempre, esplédido cuando se trata de dar golpes y de salir de situaciones peligrosas, pero con el rostro acartonado e inexpresibo como solo él sabe hacer. No le quiero cerca si tiene que interpretar a Shakespeare, pero no quiero a otro a mi lado si me encuentro en la terraza de un alto edificio, colgada sobre el vacío solo agarrada por mis débiles manos y con un asesino a sueldo apuntándome a la cabeza. Esa es una de las situaciones que no me gustaría vivir, pero si tengo que hacer, junto a Jason Statham.
Respecto a Clive Owen, está perfecto como casi siempre. Representando un personaje oscuro, duro y con una moralidad dificil de ubicar, está que se sale de la pantalla. Y el último en discordia, Robert de Niro espectacular en los pocos, poquísimos minutos en los que podemos disfrutar de él. Me hubiera encantado que saliera mucho más tiempo.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Melancolía, de Lars Von Trier



Tenía bastante curiosidad por ver esta película. Más aún cuando Kirsten Dunst se alzó con el premio a la mejor actriz en el festival de Cannes y la mejor película obtuvo varios reconocimientos en los premios de cine Europeo. Además cuando llegó a España una gran parte de los críticos de este país comentaron que era una obra maestra y, a pesar de no ser yo muy del gusto de Von Trier, intenté verla. Eso, lo intenté. Varias veces.
La primera vez, pude ver una parte soporífera y aburrida, donde los minutos se hacían eternos sin entender nada, con una boda desastrosa y carente de sentido, muy del gusto de este director excéntrico. Una boda en la que la novia va de aquí para allá, ida completamente y dejada de la mano de dios. Una primera parte que podría habernos evitado el señor Von Trier. No estamos para disgustos.
La segunda, (en mi segundo intento), la cinta, en parte, mejora, aunque por desgracia no mucho, con un registro completamente distinto, una Kirsten Dunst condenada a la más absoluta destrucción personal, (cosa que se veía venir), y un problema común que no desvelaré por si algún loco aún quiere ver la cinta. Reconozco que esta parte es mucho mejor y que incluso llega a gustarme en algunos momentos, (genial la escena del carrito de golf corriendo hacia la locura infinita) pero finalmente, ante la falta de originalidad y de argumento, termina cayendo en el más absoluto vacío, literalmente, arrastrándote consigo y haciendote creer lo que probablemente sea el mayor logro de la película: Fingir que te transmite algún tipo de sentimiento. Sobre esto ya tuve la ocasión de discutir en el Blog de Ismael Cruceta.

 

 En mi opinión, el director sabe el tipo de sentimiento que quiere provocar y lo tiene muy fácil. Cualquiera puede sentirse acongojado y apabullado ante el espectáculo horrible que nos muestra. Un sentimiento superficial y barato que finaliza al poco de ver la película. Un sentimiento que no llega a las entrañas, que se queda a la mitad. Por eso no es una obra maestra. Ni tampoco lo será.
En cuanto a las interpretaciones no hay mucho que destacar. Aunque Kirsten Dunst le planta cara y mejora por momentos, creo que la mejor es sin duda Charlotte Gainsbourg, interpretando un papel francamente dificil y saliendo del paso con bastante buena nota.
Estéticamente no es mala, con una bella fotografía y una imágen muy cuidada. Lástima de esa primera parte absurda. A lo mejor se hubiera llevado alguna estrella más. A pesar de todo.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Inmortals de Tarsem Singh

Por fin nos llega la épica historia de un grupo de inmortales que derrotaron, allá por el principio de los siglos a unos renegados de su propia raza. Después de esta guerra los ganadores subieron al Olympo y se convirtieron el los famosos dioses griegos, y los perdedores fueron sepultados en el Monte Tártaro bajo el nombre de los Titanes. Siglos después un rey sediento de poder y de venganza, se apodera de un arma divina con la que pretende destruir la humanidad y liberar a los Titanes. Para evitar el oscuro destino que le espera a la humanidad, los dioses mandan a Teseo, un granjero que liderará el ejercito contra la oscuridad que se cierne sobre la tierra.
Que gran historia, para todos aquellos a los que nos gusta la mitología. El guión, bueno no es tan bueno como la mitología antigua pero se deja ver. Es una película entretenida, sin demasiadas pretensiones y con espectaculares escenas de lucha. Eso sí, para todos aquellos que decidáis ir al cine a verla, esperar sangre, desmenbramientos y violencia ya que estas cualidades del género humano son mostradas con total crueldad y realismo.
Y hablando de crueldad. La ONU debería calificar como tortura el hecho de que tengamos que soportar a Mickey Rourke dentro de una pantalla gigante. Es lo peor que tiene la película. ¿Este hombre no tiene intención de jubilarse nunca?, le haría un gran favor a la humanidad, dejaríamos de tener pesadillas.
En resumen, algo lenta en ocasiones y demasiado rápida en otras, estamos ante un claro producto de Hollywood que entretiene sin ninguna pretensión de ser algo más. Con un estilo semejante, que no igual, a la aclamada 300, podremos ver hombres musculados luchando sin piedad y mujeres bellisimas sufriendo en silencio. Aunque entre los soldados hay una mujer que al final lucha, y muy bien.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Desde un pequeño rincón de Madrid. Unas pequeñas reflexiones:



Cambiando de nuevo el formato de ésta sección, para cerrar esta primera tríada de colaboraciones, en esta nueva ocasión voy a hacer una pequeña recapitulación y reflexión sobre algunas noticias y acontecimientos relacionados con el mundo del cine que se han ido produciendo a lo largo de este gélido, o no tanto, mes.
Para empezar, por fin he terminado de ver la 2º temporada de The Walking Dead, de nuevo con ese tramposo formato de 6 ó 7 capítulos por temporada. ¿Tan difícil es hacer una temporada interesante con 22 o 24 capítulos? Es algo incomprensible para mí, pues de los últimos títulos de los que he disfrutado creo que sólo The Good Wife y Persons of Interest los tienen. Puedo entender que hagas una miniserie “larga” o una serie “corta” a modo de Sherlock (BBC) con 3 capítulos de entre 100 y 110 minutos, pero eso de 6 o 7 capítulos de 40 minutos me parece el mínimo esfuerzo. Supongo que sus motivos tendrán.
Bueno vayamos al “tajo”, sensaciones tras el último capítulo: han conseguido salvar una temporada muy flojita, que no cuenta prácticamente nada, con un último capítulo magnífico. La división en el grupo cada vez es más tangible e insostenible, y es evidente que Shane y la chica rubia de cuyo nombre no puedo acordarme representan cada vez más el mundo que les tocará a todos vivir. Esto es de hecho el gran quid de la serie. Como dije en mi primera entrada de las colaboraciones con Ponte Cine, el creador de los cómics no estaba interesado ni mucho menos en aclarar o explicar los motivos y consecuencias del Holocausto zombie, sino en narrar la convivencia de un pequeño grupo en ese contexto post-apocalíptico. Por tanto, siendo esto así, me parece de un cinismo fuera límites criticar la 2º temporada por una circunstancia clave para justificar lo mucho que se alabó la 1º.
A pesar de esto, el ritmo es muy lento, cada vez cuenta menos cosas y resuelve pocos enigmas, lo que hace que sea pesado su visionado. Como digo, lo más interesante ocurre en el 1º y el último capítulo, el resto sobran. Ya dije que habría que ver como se desarrollaba la tensión y el ritmo en su 2º temporada, y el resultado no puede ser más que un aprobado muy justito para AMC.
Y en realidad es mucho peor que un suspenso, porque han bajado una serie de calidad notable a una más del montón. Lo que era algo distinto y especial en ese universo de zombilandia se ha convertido en un producto vulgar.
Seguimos con otros menesteres, se anuncia el próximo estreno de Misión Imposible IV, nueva entrega de la franquicia apadrinada, y protagonizada, por Tom Cruise, que de nuevo toma las riendas dentro y fuera del plató. En este caso ha decidido entregar la dirección a un conocido de las producciones animadas, Brad Bird, que ya se encargara de Los Increíbles y Ratatouille, por lo que veremos cómo le va con las cintas de acción. Sobra decir que cuando estas líneas vean la luz ya se habrá estrenado en nuestro país, el motivo por el que quería hablar de ella es por el tipo de franquicia que ha supuesto en la pantalla grande: primero demostró allá por el año 1996 que se podían hacer buenos blockbusters, de calidad y muy entretenidos. Segundo, que se podían adaptar decentemente series de éxito de los años 70, como era Misión Imposible por aquél entonces y, por último, configuró un tipo de saga en la que el único elemento que se repite es el agente Ethan Hunt, lo que implica otra cosa….que no puede rodarse una película de este tipo sin la presencia de Tom Cruise delante de las cámaras. Sobra decir que el poder de decisión que tiene Tom a este respecto es de proporciones bíblicas, además de ser el principal productor.
Cambiando de tercio, el pasado fin de semana pude acercarme a los cines Renoir y disfrutar con la genial Carnage, estrenada en España como Un Dios salvaje, la nueva y gran película de Roman Polanski. Adaptación de una obra de teatro, canta muchísimo en varias escenas y en la estructura de la cinta, encontramos encerrados en las mismas 4 paredes a dos matrimonios, padres de dos niños que se han peleado en la escuela, por lo que deciden intentar arreglar el asunto pacíficamente. Sobra decir que según pasan las horas los más bajos instintos del ser humano irán aflorando a la superficie en estos tipos para dejar de lado las buenas maneras y las falsas sonrisas y dar paso a un desenfreno lleno de alcohol y sarcasmo de gran calidad.
La película es una obra maestra o le falta poco para serlo, y el equilibrio que Roman le da estos monstruos de la interpretación es envidiable: Kate Winslate, Jodie Foster, Christoph Waltz y John C. Reilly. Es una hora y media de auténtico buen cine, del que no se ve todos los días, más bien al contrario, brilla por su ausencia.
Por último, no puedo resistirme a comentaros las ganas que tengo de poder sentarme en una butaca y disfrutar con The Artist, esa pequeña joya francesa que viene en blanco y negro y sin sonido. Una muy querida amiga “belga” me ha conminado a verla ocurra lo que ocurra, y la verdad que del tráiler que pude ver tiene pinta de ser LA película del año. Una vuelta a los orígenes, a donde todo empezó, con un homenaje al GRAN cine de Hollywood, desde Cantando bajo la lluvia a El Crepúsculo de los dioses, pasando por Vértigo.

lunes, 19 de diciembre de 2011

La gran aventura de Winter de Charles Martin Smith

De vez en cuando es bueno ver una película sensiblera, una de esas historias que hacen que agarres un buen paquete de pañuelos y no los sueltes durante las dos horas que dura la narración. Y digo que es bueno por que así te desahogas, sueltas todas las tensiones de la semana y te quedas como nueva. Pues La gran aventura de Winter es una de esas películas, pero además tiene algo más que la hace sumamente especial.

Hace pocos días mantuve una conversación con una amiga que estaba pasando uno de esos días en los que hubieras preferido no levantarte de la cama, una de esas horribles tardes que prefieres borrar de tu memoria para siempre. Ella me decía que estaba empezando a no creer en la bondad de la gente, y mi contestación fue sencilla, “es que no deberías creer que todavía existe, desapareció hace mucho”.

Tamara, después de ver esta película debo decirte que he cambiado de opinión. Todavía existe bondad en las personas, hay que buscar y rebuscar, no es sencillo encontrarla, pero todavía hay. ¡¡No dejes jamás de creer que existe, es la mejor cualidad de una persona y vivirás muchísimo más feliz que muchos de los que te rodean!!.

La película nos cuenta la historia real de un delfín que es gravemente herido y como un extraordinario grupo de personas, liderados por un niño problemático se vuelcan con el animal para que viva. La película nos demuestra como la bondad y generosidad de los animales y los niños pueden mejorar un mundo que los adultos estamos destrozando a pasos agigantados.

Sin un guión espectacular, ni unas interpretaciones brillantes, ni unos efectos especiales de última generación, la película consigue que te enamores del delfín, de su historia y de todas las personas que lucharon por él. Después de esto todo es posible!!!!!

Nadie se puede perder esta pequeña película que no es gran cosa, pero que nos enseña grandísimas aptitudes y te llena de positividad. Menos mal que os he avisado, hoy estaba sensiblera.
 

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sábado, 17 de diciembre de 2011

Como acabar con tu jefe de Seth Gordon.

¡¡¡¡A Dios pongo por testigo, que jamás perderé la fe en que exite cine de calidad!!!!. Para parafrasear a nuestra querida Escarlata O´Hara.
¡¡Ufffff!!!. Ultimamente cada vez que salgo de una sala de un cine tengo que repetirme esa mítica frase una y otra vez. Ahí me veís a mí en medio de la calle, con el puño en alto y gritando al cielo que nadie conseguirá que pierda la fé en el cine. Aunque ya me queda poca esperanza, he de reconocerlo y mucha menos después de ver esta película en la que no solo he tenido que aguantar dos horas de bromas groseras, de mal gusto, escatológicas y sexistas. Sino que además he tendido que ver como las hacían actores como Kevin Space. El gran Kevin Space. ¿Qué te han dado para que participes en este bodrio?. Espero que cobrase mucho, pero mucho dinero. También he tenido que soportar como la novia de américa, nuestra querida Raquel de Friends, hace uno de los peores papeles de su historia. Todos sabemos que quieres cambiar de registro, pero ¡¡¡selecciona, hija, selecciona!!!. Bueno, y el cambio físico de Colin Farrell, mejor lo voy a ignorar por si escribo algo de lo que luego me arrepienta.
No sé que más poneros para que no vayais a ver está película bajo ningún concepto. Es una burda imitación de Resacón el las Vegas, pero a lo bestia y de muy mala calidad. ¡¡¡Horrible!!!
Lo mejor: ummmmmm, dejarme pensar.................................¡¡¡NADA!!!!!
Lo peor: Veamos,........................................¡¡¡¡TODO!!!!!

jueves, 15 de diciembre de 2011

Conan de Marcus Nispel

Lo intenté con todas mis fuerzas, pero finalmente no me he resistido a ver la nueva versión de Conan que salió a la luz este verano. Después de ver la original, juré que nunca más seguiría las aventuras y desventuras de este bestia de personaje. Está claro que el ex gobernador de California no me convenció para nada, y a quien sí.
Pues el nuevo Conan no es que sea mucho mejor, pero al menos es algo más atractivo que el original. Sigue igual de inexpresivo, bestia, animal y carente de cualquier emoción, al menos a simple vista.
Me da la sensación de que, en esta nueva versión han dulcificado mucho la cuestión de la violencia, seguramente para que no la calificarán como para mayores de 18 años. Pero aún así, vereís sangre a raudales, miembros desmenbrados y cabezas cortadas. Pero no esperaba otra cosa, ¡¡Es Conan el Bárbaro!!.
Por lo demás, el malo es malísimo y tiene una descendencia todavía más mala todavía. Topicazos del cine de acción. Y mientras nuestro héroe crece buscando venganza y se encuentra de golpe con una hermosísima mujer, que sabe pelear, que es dulce y que, hasta sabrá cocinar (evidentemente esto último no sale en la película por que no lo debieron de considerar de vital importancia).

lunes, 12 de diciembre de 2011

Amenecer parte I de Bill Condon

Pese a quien le pese, a mi la historia de amor entre un vampiro con conciencia, un hombre lobo con cierta mala leche y una adolescente algo patosa me ha encandilado desde la primera película y me considero una fan a mucha honra. Por lo tanto no soy muy objetiva en este tema concreto, pero voy a intentar por todos los medios de ofreceros una crítica sincera.
Para empezar deciros que este fue el libro que más me gustó con diferencia, por lo tanto la película tenía muchas papeletas de ser la mejor, y efectivamente. De todas los fimls que componen la saga, está es la que se mantiene más fiel al libro con una adaptación bastante buena y un guión fácil de seguir. Los que vayáis al cine a verla os vais a encontrar una historia algo lenta, pero la acción llegará en la segunda parte.
En el guión las han suavizado mucho, pero aún así tiene algunas escenas fuertes y algo violentas, pero nada que impida que un adolescente vaya al cine a verla. ¡¡Cosas peores ha visto en otras películas!!!.
En definitiva, una gran película para los seguidores de la saga, pero para los que no os guste mucho el tema, ir a ver otra peli. Os tiene que haber enganchado mucho la historia para que os guste de verdad.

viernes, 9 de diciembre de 2011

La Conspiración, de Robert Redford



Todos conocemos ese tipo de películas en las que al empezar se comete un delito, (asesinato, generalmente) y toda la trama gira alrededor de un juicio, en ocasiones eterno, que termina con el discurso emotivo y radical de un abogado hacia el condenado. Sobre esa tipología en concreto, conviene advertir que existen dos variantes. Las primeras, a las que personalmente llamo “películas pre-siesta” y que son la mayoría, son aquellas que suelen emitirse en televisión en horario de sobremesa y que son tremendamente soporíferas, esas cintas largas y aburridas carentes de emoción y cuyo objetivo fundamental es hacernos dormir plácidamente hasta que el discurso final de ese abogado nos despierta y nos hace darnos cuenta de que hemos vuelto a caer en las redes de Morfeo. En el segundo grupo están las obras maestras. Esta película entra dentro de esta última familia.
La conspiración relata el juicio que se produjo a raíz del asesinato del presidente de EEUU, Abraham Lincoln, pero centrándose en la lucha de una madre por su propia inocencia, condenada a morir ahorcada por colaborar en la conspiración creada para el magnicidio. Muy interesante además los momentos históricos que nos brinda, con un Lincoln agónico trasladado a una casa particular y los momentos angustiosos que vive un gobierno en estado se shock tras la muerte de su presidente.
Todo en la película es puro arte. Se nota que Robert Redford se ha ido refinando con el paso del tiempo. Si en gente corriente conseguía el Oscar y el respeto de crítica y público y en el río de la vida lograba una perfecta armonía entre el mundo estético y el mundo narrativo, es en la conspiración donde consigue que el placer inunde nuestras retinas con la bella fotografía y el perfecto montaje. Jamás había visto un Washington de finales del siglo tan visualmente atractivo y atrayente. Realmente te invita a pasear por esas calles y disfrutar con cada segundo que se muestra en la cinta.
Tal vez sea por ese seductor ambiente, la cinta no se antoja pesada y gracias a su cuidada estética otorga cierto grado de complejidad a una historia quizás demasiado simple. Es en eso precisamente donde la película pierde puntos. Muestra un exceso de “clichés” demasiado evidentes que nublan la perfecta armonía de su fotografía.
Tampoco se entiende como Redford no ha contado con actores más conocidos que le hubieran dado más importancia a la cinta y también más calidad interpretativa. Mencionar a Robin Wright, que interpretó al amor eterno de Forrest Gump y que se muestra perfecta como Mary Surrat, la mujer condenada y a Evan Rachel Wood, digna de mención y que en España algunos la conocemos por el papel de Reina Sophie-Ann en la serie True Blood. El mas desaprovechado es sin duda James McAvoy, que si bien no desafina, si parece bailar en algunas ocasiones.

Es, resumiendo, una película visualmente perfecta y entretenida, muy al estilo de otras cintas como JFK o Kramer contra Kramer y todo un ejercicio de historia americana que de vez en cuando nos gusta ver en el cine. Muy recomendable.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

La fila 11. Expectativas Creadas


¿Cuál es la influencia que ejercen sobre nosotros los premios cinematográficos? ¿Determina el palmarés de una película que nos decidamos a verla? La respuesta, en la mayoría de los casos, parece clara: Sí.
Cuando nos “venden” que cierto drama con aires clásicos y pocos momentos de grandiosidad que trata sobre un rey tartamudo ha conseguido nosécuántos premios Oscars, hay una especie de pulsión interior que nos “arrastra” hasta una sala de cine (a ser posible en una butaca de la fila 11, ¿recuerdan?). Cuando nos enteramos de que cierta película con actores de renombre y director de culto ha ganado el “Premio más importante del Festival de Cine más importante”, aquellos que gustamos del séptimo arte no podemos dejar de verla, aunque lo que nos encontremos después sea un ejercicio de petulancia del realizador y aquellos magníficos intérpretes apenas tienen alguna frase…
Pero quiero ir más allá. Porque no sólo los premios aseguran el éxito en taquilla, sino que, cada vez es más fuerte e influyente la opinión de los usuarios en blogs, foros y webs de cine. En realidad, siempre ha sido así, es el clásico método del boca oreja que, gracias a la red, ha adquirido unas magnitudes que me atrevo a calificar como kingkongnianas, y crea de manera indiscriminada una serie de valores cinematográficos colectivos que, en la mayoría de los casos, son de usar y tirar, pero que consiguen un arraigo social exprés tan profundo que posicionarse en contra puede llegar a resultar incluso destructivo para quien lo haga. Algunos ejemplos más o menos recientes: Si hace un par de años decías que habías detestado Avatar, la gente te miraba mal e incluso podías provocar rechazo en determinados círculos frikis. De la misma manera que posicionarse en contra de una “obra maestra” como No es país para viejos, de los hermanos Coen, podía crearte enemigos gafapastas.
Es decir, en buena medida, entre unos y otros, se conforman las expectativas que tenemos hacia los largometrajes que van llegando a las salas. Pero cuidado, porque estas expectativas pueden jugarnos una mala pasada. Cuando las alabanzas son excesivas y te preparas para ver una película de 10, no es complicado que salgas del cine habiendo visto una buena película, sí, pero que te ha sabido a mediocridad. El caso contrario es mucho más reconfortante: si algún osado se decide a ver una película que no para de cosechar ataques, puede salir del cine y efectivamente pensar que ha visto una “considerable mierda” o, en el mejor de los casos, salir con una sensación positiva (lo que acarrea, a su vez, entrar en el juego de defender una película atacada y ser igualmente atacado).
En las últimas semanas he visto dos películas que, en mi imaginario, tenían unas expectativas creadas elevadísimas, y son las que me han llevado a escribir este artículo: Melancolía, de Lars Von Trier (con Kirsten Dunst galardonana como Mejor Actriz en Cannes) y Criadas y señoras, que no para de recibir elogios de crítica y público y parece que es ya una de las favoritas para los próximos premios Oscars. Las dos me han gustado. Ambas son buenas películas, con destellos del mejor cine actual, pero no me han parecido las obras maestras que me vendían a bombo y platillo. Y el regusto no es tan dulce como esperaba.
Por eso, y en definitiva, creo que es necesario ser cauteloso, mantener la cabeza fría a la hora de ver una película, dejarse llevar únicamente por las voces y las imágenes que escuchamos y vemos en la pantalla, lo que no supone el aislamiento previo, sino la elección adecuada de sitios y círculos cinematográficos que eviten llevarnos a la creación de expectativas erróneas. ¿No creen?

lunes, 5 de diciembre de 2011

Medianoche en París, de Woody Allen



Woody Allen siempre consigue una magia especial en sus películas. Si en Annie Hall lograba encandilar a un público jóven gracias a sus múltiples giros jugando con las reglas cinematográficas, en esta ocasión coquetea con el tiempo y el espacio, situando al mismo personaje en varias épocas distintas de la historia con un bello París como telón de fondo.
Y es que París es el personaje principal de esta bonita historia. Un París bohemio, que reparte arte por cada esquina y que ejemplifica ese arte hasta en el magnífico cartel promocional, uno de los mejores que se han publicado en los últimos años. Un París que nos presenta a sus más ilustres personajes, propios y ajenos, y que nos muestra la ciudad en sus mejores años. Woody Allen escribe y dirige una historia bohemia que, previsiblemente,es una de las mejores historias sobre la ciudad del amor.
Pocas cosas fallan en la cinta, un guión sorprendente y original, que casi con total seguridad se llevará la nominación al Oscar, y una fotografía con colores claros y afrancesados. Un sonido de saxos al más puro estilo Allen y una gran puesta en escena. Lástima del reparto. Marion Cotillard, guapísima en su personaje de los años 20 y Rachel McAdams son las únicas que se salvan de la quema. Owen Wilson, que nunca ha sido un buen actor, desprovecha la oportunidad de su vida al tratar de imitar en gestos y balbuceos al mismísmo Allen, ¿como se atreve?, es una pena porque hubiera quedado infinitamente mejor si hubiera hecho de sí mismo. Lo de Adrien Brody ya es otra cosa. Lo suyo es una burda, triste y patética imitación del gran Salvador Dalí que chirria hasta decir basta y desmerece parte del trabajo de toda cinta. Brody juega con fuego y se quema en la que es una de las peores interpretaciones que he visto últimamente.
Mención especial merece Sonia Grande, nuestra diseñadora de vestuario más internacional, que no defrauda y una vez más acierta en el complejo mundo de Allen, como ya hizo en Vicky, Cristina, Barcelona.

No es la mejor cinta del neoyorkino, pero si que entra dentro del selecto grupo de las mejores. Algo bastante destacable sobre todo después de sus últimos tropiezos incluyendo la desafinada Match Point, muy valorada por muchos pero carente de calidad. Parece que Woody vuelve a refinarse, ojalá fuera cierto.

 
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