Christopher
Nolan nos tiene muy bien acostumbrados. Ya demostró que no es un director
habitual con cintas como memento o El caballero oscuro. En
esta ocasión se sumerge en el mundo de los sueños con la fantástica
Orígen.
Quizá es ahora cuando se pueden hacer este tipo de películas, en un momento
en el que los efectos especiales son más especiales que nunca y en el que
cualquier cosa es posible en la gran pantalla. En Orígen se puede “dar
la vuelta” a una ciudad, (en sentido literal, ponerla boca abajo), mientras das
un tranquilo paseo o inundar de agua un gran palacio chino mientras el
protagonista se queda impasible observando tal hecho.
En cualquier caso, lo mejor de Orígen es eso precisamente, sus
efectos magníficos, su brillante sonido y también, porqué no, su guión. Es
original, sin duda, de lo mejor de este año, con una trama muy elaborada que nos
va sumergiendo cada vez más en un mundo más onírico hasta acabar en las
mismísimas entrañas del sueño, allí donde cada uno esconde lo más secreto, donde
cada uno es libre y donde puede pasar cualquier cosa. Para mí es una idea
brillante y debería ser premiada este año por encima de las otras candidaturas a
los Oscar.
Las interpretaciones, claro, son otra cosa. Siempre da gusto ver a Michael
Cane actuando, (gran tipo), y he de decir que en lo últimos años me está
gustando cada vez más ese Di Caprio, cada vez más alejado de ese rol de guapo
ídolo de adolescentes y cada vez más grande en Thrillers como éste o como
Infiltrados. Me hace gracia ver de nuevo a Joseph Gordon-Levitt, famoso
en España por la serie de televisión Cosas de Marcianos pero nada más.
Por eso no hay nominados a interpretaciones, sinceramente no lo merecen. Es más
una película técnica y, tal como hizo Avatar en la anterior edición, se
llevará los Oscar menos “importantes”, (yo votaría por sonido y efectos
visuales, aunque me gustaría que ganara guión original).
Mi opinión: una buena película, muy entretenida, con uno de los peores
doblajes en español de la historia, (y hablo de la actriz que dobla a Marion
Cotillard), con un gran guión pero que se queda algo corta para ser obra
maestra. Nolan tendrá que esperar para su Oscar.
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